¿Cómo surgió la chispa? (Bill Murray y Sun Kim)

Acababan de tener el que probablemente fue el examen de matemáticas más difícil del mundo. Algo que a Sun le había dejado exhausto y por eso estaba recostado encima de su mesa. Casi se podía ver el humo que le salía por las orejas.
Estaba tan hundido revolcándose en autocompasión que no se percató de la presencia de la chica hasta que ésta le tocó el hombro.
-Eh… ¿Hola? ¿Estás bien? -preguntó preocupada.
Sun levantó despacio la cabeza para mirarla.
-Ah… Hola…
-¿Puedo hablar un momento contigo? En el pasillo.
Sun puso más atención y el caso era que le sonaba su cara. Estaba seguro de que la chica era dos cursos menos pero no recordaba la clase.
La chica no paraba de morderse el labio.

¿Por qué quería hablar con él? ¿Le contaría el gran secreto misterioso del insti? Que en realidad los profesores no eran lo que parecían ser, si no que eran alienígenas que experimentaban con los alumnos en busca del humano perfecto para crear una raza superior y así…
Pues resulta que no. Era para algo mucho más normal y aburrido. La chica sólo quería información sobre Bill. ¿Tenía novia o estaba con alguien ahora? ¿Qué tipo de chica le gustaba? ¿Creía que tenía posibilidades de gustarle?
Contestó a todo lo mejor que pudo y se despidió de ella deseándola buena suerte.

-¿Otra que va detrás de Bill? -preguntó Rebeca cuando Sun se sentó.
Rebeca era la mejor amiga de Sun. La segunda persona que mejor le caía de clase. El primero era Bill.
Rebeca se había apoyado en la mesa vacía que había al lado.
-Sí. Parecia más simpática pero menos guapa. ¡Ahhh…! Qué mal me ha salido el examen -se quejó.
-¿No? ¿En serio? ¿Cuánto has estudiado? ¿Dos horas? ¿Una? ¿Una y media? 
Rebeca se rió ante el nuevo lamento de Sun.
-Una pregunta… ¿Nunca te ha interesado Bill? Me refiero a que es guapo y majo. Encima os conocéis desde hace tiempo y a ti te gustan los chicos. ¿Nunca te ha hecho tilín?
-Pues no… -miró a Bill que estaba en la otra punta de la clase, hablando con el subdelegado-. Somos amigos y ya. ¿Por? ¿Te gusta?
El estómago le dio un tirón. No le apetecía nada tener que mediar entre ellos porque sería muy raro.
-Pfff, para nada. No es mi tipo, sólo lo preguntaba por curiosidad. Pensaba que era de tu tipo. Inteligente, alto, con estilo… Da igual. Y no te preocupes por el examen que seguro que el próximo te sale mejor -le animó sonriendo.

UNA SEMANA MÁS TARDE

-Ayer leí por internet que comparaban a Taemin con un cantante japonés que se llama Miyu. Decían que se le daba muy bien bailar pero vi algún videoclip del grupo y ¡para nada! Además, el Jpop es mucho menos bailable que el coreano -dijo Sun.
Las clases habían terminado. Era viernes y tenían un fantástico fin de semana por delante. Sin exámenes cerca, con pocos deberes y hacía tanto calor que parecía que el verano estuviese a la vuelta de la esquina.
-¿Cómo se llama el grupo? -preguntó Bill.
-Algo como… The Dark Side, creo. Espera que lo busco y te pongo una canción. A ver si te gusta.

Mientras Sun trasteaba con el móvil, Bill se acomodó en el banco y relajó los hombros. 
El parque estaba a un cuarto de hora del instituto y solían ir varias veces a la semana a la salida de las clases porque había un centro comercial al lado. Aprovechaban por si necesitaban comprar algo y ya de paso se zampaban alguna bolsa de patatas como merienda.
Les gustaba sobretodo un banco en concreto porque estaba frente al estanque. El banco era de madera y blanco. Parecía cómodo pero cuando llevabas un rato sentado, notabas como los listones se te clavaban en el cuerpo, señal de que tocaba irse a casa.

-Mira, es éste.
Bill se inclinó para ver mejor la pantalla del móvil. La canción y el baile no estaban mal aunque el japonés le sonaba muy raro. Lo que más le gustaba era la estética que llevaban. El peinado, la ropa y el maquillaje de cada uno parecía pensado para individualizarlos aunque todos llevaban la misma temática.
-Mmm… ¿y quién dices que se parece a Taemin?
-No, yo no digo que se parezca. Dicen que…
Sun giró la cara hacia Bill y se lo encontró a escasos centímetros. Sintió la respiración en su piel y perdió el hilo. Nunca se había fijado en que los ojos de Bill no eran de un ámbar homogéneo. Tenían betas más amarillas y otras más oscuras.

Se le escurrió el móvil por culpa de sus manos de mantequilla.
-Lo vas a terminar de romper y ya no te van a comprar ninguno más.
Bill se agachó y le entregó el móvil. Parecía que no se había hecho nada nuevo. La raja de una de las esquinas de la pantalla no tenía más de un mes.
Pero lo que sí parecía haberse estropeado era el termostato de Sun. Sentía mucho calor, sobretodo en la cara, y el clima no tenía nada que ver.

CUATRO DÍAS MÁS TARDE

Últimamente Sun estaba muy raro. Bill se había dado cuenta que le costaba sostenerle la mirada, que le reía las gracias incluso cuando no lo eran o mantenía las distancias. Como le había preguntado varias veces qué le ocurría y Sun escurría el bulto, decidió la estrategia de forzar y observar.
Por ejemplo, en vez de saludarle por las mañanas como siempre, había optado por pasarle el brazo por los hombros y tirar hacia él. Las primeras veces Sun había hecho el intento de separarse pero Bill tenía más fuerza y terminó por resignarse pero seguía poniéndose tenso.

-Buenos días -le saludó Bill mientras le enganchaba-. ¿Has hecho la redacción de inglés?
-Sí… pero no llego a las 520 palabras. Tengo 473 y ya no sé qué más inventarme.
-¿Necesitas ayuda? -le susurró al oído.
Sun se tensó aún más.
-Bueno… ¿quieres revisarla? -hizo amago de soltarse.
-¿Pero qué me vas a dar a cambio? -volvió a susurrarle.
Bill sabía que se pasaba de la raya cuando a Sun se le subían los colores. No sabía cómo ni por qué pero le hacía gracia verle así por su culpa.
-Pues… no sé… ¿qué quieres? -preguntó Sun mirando al suelo.




Bill le tomó por la barbilla para captar su atención. Sun cerró los ojos con fuerza y entreabrió la boca. El momento se estaba volviendo muy extraño y Bill decidió parar.
-Esta tarde me pagas la bolsa de patatas -respondió y le dio una toba en la frente.
Si no se dejaban de tonterías iban a llegar tarde al instituto.

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